Cuando
pintamos en un soporte bidimensional, se nos presenta el problema de plasmar a
través de una percepción del espacio, evidentemente simulado, la sensación de ver
un espacio tridimensional.
Esa
tridimensionalidad no solo se puede apreciar en la pintura realista o
figurativa, también se consigue en las pinturas abstractas. La organización y
estructura de los planos cromáticos son la base para obtener una sensación de
acercamiento o alejamiento, de los
planos .
En
esta obra he querido obtener ese efecto, tratando que los planos cromáticos se sitúen
de tal forma que parezca una organización y estructura tridimensional
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