Colección particular
Cuando voy a los museos, observo detenidamente la reacción de los
espectadores sobre cierto tipo de obras, sobre todo en la pintura abstracta.
Recuerdo la exposición en el Museo del Prado de Madrid. “El Hermitage en el
Prado”. En la última sala estaba expuesto un cuadro de Kandisky, Composición VI
y, a la derecha del espectador, el famoso cuadro de Malévich. “Negro
sobre fondo blanco”.
Comentaba con unos colegas, que hablaban maravillas del cuadro de
Malélich, lo poco que el público se paraba a observar el cuadro y, sin embargo,
el cuadro de Kandinsky estaba lleno de gente.
Observando como el público hablaba del color, el ritmo, el
dinamismo, etc, etc, del cuadro recordé lo escrito por Kandinsky
sobre la importancia del color y el dinamismo en una obra.
Para mí fue una lección más de cómo una obra puede gustar al
público. El artista debe incitar, provocar emociones y sentimientos en el
espectador. Expresar lo que le dicta su interior, ¿de qué forma y con qué medios?
el color, los planos cromáticos, el ritmo de la pincelada, la
plasticidad de la materia, los cambios de ritmo, el dinamismo etc. Un poco como
un compositor de una obra musical. Kandinsky nos decía que “la base del arte es
solo el principio de la necesidad interior. El color es la tecla, el ojo, el
martillete. El artista es la mano que, al tocar esta o aquella tecla, pone
preordenadamente el alma en la vibración".
El arte abstracto, a pesar de su casi un siglo de existencia,
sigue siendo un incomprendido. El espectador está habituado a relacionar las
cosas, a encontrar su parecido, su iconicidad. Las personas reaccionan, o bien
dejan rápidamente de ver la obra, o se paran a verla, en estos casos existe
algo que les ha llamado la atención. El impacto visual es el que atrae al
espectador y este, poco a poco, va introduciéndose en la obra.
Es lo que yo siempre intento en mi obra, crear un impacto visual
para atraer al espectador. Es un juego, es como cuando alguien viene a visitar
mi casa y le muestro la misma, el orden lo establezco yo, le voy paseando por
una habitación y por otra según mi criterio. En un cuadro es muy difícil, pero
al menos lo intento. Con mi primer impacto visual trato de atraparlo, después intento que el entorno le vaya abrazando para que el descubra libremente las emociones
transmitidas aunque yo haya intentado marcarle el camino
Comparto otro de mis bocetos realizados durante la canícula que
tenemos en estos días por Madrid