Los colores que utilizo en mi
serie Colores de la Abstracción, en la inmensa mayoría de los casos, son fruto
de una gran observación. Si te dejas llevar por la transmisión que el propio
color te produce, pueden llevarte, a veces, al alejamiento inicial de la obra.
Muchas veces esto es un gran problema, pues sin darte cuenta son ellos quien
domina tu expresividad en el desarrollo de la obra. Para poder escapar de
esa trampa, es necesario la observación con ayuda de la razón, es lo que te
permite llevar la obra a lo que realmente el interior te dicta y a la
idea inicial.
Las personas que hacen pintura
abstracta me comprenderán muy bien, ¿Cuántas veces hemos comenzado una idea y,
finalmente, el color nos ha llevado a otra diferente?.
La obra que incluyo en esta
entrada, es una mezcla de la idea inicial que tenía y la aportación que los
propios colores me han facilitado. La mezcla entre la razón y
las emociones interiores es el resultado final que muestro aquí.